jueves, 1 de marzo de 2007

TranSantiago


No me importa lo que digan en la tele:
  1. El ruido ambiental es mucho menor ahora.
  2. Trabajo en el centro y ya no me pican los ojos ni me arde la garganta ni siento ese saber ácido que deja el smog.
  3. Ya llegó marzo y no hay pre-emergencia ambiental.
  4. Ya llegó marzo y no había taco en Av. Los Leones (y eso que era hora pick).
  5. He hecho trasbordos micro-micro-metro y no me han cobrado de más.
  6. He encuestado a mis compañeros de trabajo, que viven en otros sectores de esta ciudad y también han tenido una buena experiencia.
Es cierto:
  1. Se va bastante apretado en el metro y ya no es tan fácil leer en el viaje.
  2. Hay que caminar más que antes para tomar la siguiente micro, pero eso está bien, nunca tan flojo.
  3. Los mapas no son muy simples de entender, pero ya hace rato que partió esto: ¡apréndanse los recorridos, pues!
Si tanto le molesta el cambio, pídanle a Zamorano que los lleve en su 4x4, tropa de ñoños.

Fotografía: El Tocha

3 comentarios:

Milena dijo...

El Transantiago vino a cambiar la estética de Santiago y la mentalidad del Santiaguino más que una buena solución de transporte

1 de más que se acabaron los asaltos a los micreros
2 Es linpecito este cambio no hay más que fijarse en tus manos ya no tienes monedas sudorosas y los fierros que en general son de plástico o algo así ya no estan pasados a mugre de moneda tras moneda, tras moneda.
3 La targeta sirve para planificar lo que gastas incluso si eres cuidadoso podrías poner la plata del mes o semanal.
4 Las paradas no son donde la viegita se le paro el moño y no está el dejeme a la vueltecita.
LO malo definitivamente los vendedores ambulantes, era muy chistoso ver que oferta espectacular te hacían como promoción.
y porque no decir la llevadita a vitrinear por docientos. Era requete económico.
Bueno cosas que deben pasar.

Lontano dijo...

Que raro que la gente acá no tenga memoria...los buses amarillos eran mucho mucho peores, igual había taco (yo me mamaba media hora entre mar del plata y providencia por pedro de valdivia), en la noche tampoco habían algunos recorridos y hoy que empezó la lluvia escuché a muchos reclamar por los paraderos...pero cómo!!! cuándo ha habido paraderos en esta bciudad...donde hubo uno con techo? más bien lo raro era ver paraderos...
cierto que del papel a la práctica hartas cosas prometidas y fundamentales no están aún (GPS), pero lo reacio al cambio de la gente me sorprende...y claro hay menos ruido!!!

Anónimo dijo...

Según yo los problemas del transantiago es un problema cultural. Yo considero picante a alguien que es deshonesto y poco respetuoso, los empresarios que no sacan las micros son picantes, los usuarios que no dejan bajar o se suben a empujones son picantes, y los políticos que no hicieron su pega son picantes. Manga de picantes.